¡Mañana día 22 mi pequeña cumple dos años!
Dos años en los que me ha hecho la mujer más feliz del mundo gracias a su llegada, a su presencia y a todo lo que conlleva.
Nunca pensé que una cosa tan pequeña pudiera generarte tanto amor, tanto cariño (y también tanto trabajo!).
No conocía el sentimiento de "amor incondicional" hasta que vino al mundo Julia, ya desde el embarazo empiezas a sentirlo, pero se multiplica por 1000 cuando tienes a un hijo entre tus brazos por primera vez.
Aún no me creo que hayan pasado 2 años, y me paro a pensarlo… madre mía como ha cambiado mi vida… unas cosas para mejor… otras simplemente han cambiado o han cambiado en mi lista de prioridades.
Julia ha sido mi mejor terapia, la que me hacía levantarme de la cama cuando menos ganas tenía de enfrentarme al mundo y a las personas que me rodeaban, pero gracias a ella y gracias a mi coraje estoy donde estoy hoy, que es a su lado, de manera incondicional, y disfrutando de su vida que es lo mas bonito del mundo.
Verla sana, feliz, verla sonreír e incluso verla llorar, hace que mis días sean mejores, y aunque haya días que lo único de lo que tengo ganas es de que se duerma un ratico porque no ha podido llorar más… luego la veo despertar riendo y llamándome como si no hubiera un mañana "mamáaaaaaaa" pues hace que se me olvide el berrinche que se llevó, o la pataleta que me montó un rato antes.
Nadie dijo que fuera fácil, nadie nace sabiendo, pero todo se aprende, sobre todo se aprende equivocándose, preguntando, y escuchando.
Por ella no me desmorono ante los fracasos (como dice Jose Manuel Soto…), y me pongo a cantar aunque esté sufriendo…
Y por ella he luchado lo que he luchado, he querido, he hablado, he callado y he vivido, y por ella saco una sonrisa aunque lo que esconda son unas lágrimas.
Cada día descubre algo nuevo, cada día me sorprende con algo, y como sé que tendremos épocas difíciles (ejemplo: adolescencia), quiero disfrutar de ésta su infancia, y disfrutar de los momentos que me proporciona como sus abrazos, besos o el momento de darle el biberón (sí, lo reconozco, se lo sigo dando yo, disfruto con ello!), si tuviera mas hijos seguro se lo tomaría sola jaja, o achucharla mientras me deje.
Así que solo puedo darle las gracias por entrar en mi vida como si de un huracán se tratase!
Y aunque el cumpleaños de mi hija es un día muy importante para mí, también es un día triste, un triste aniversario… y con todo el cariño y respeto que le tengo a él, a mis primos a los que adoro, y a mi tía, solo deciros si me lo permitís, que estamos con vosotros y en todos y cada uno de los pasos que dais, en todas vuestras lágrimas pero también en vuestras alegrías, como es la llegada de una nueva vida en la familia, ese pequeño bebé llamado como su abuelo y que lleva su ángel, y que os sabrá llevar por ese camino en el que el dolor se desvanece (algún día…). Se os puede olvidar incluso respirar, pero el tren no se para… Estamos siempre con vosotros! siempre unidos!
Besos para todos, en especial para vosotros.
