sábado, 25 de marzo de 2017

CARTA A UN ÁNGEL


Me parece increíble que hayan pasado ya 8 años desde que te fuiste.





Muchas veces tengo que ponerme a calcularlos con los dedos de las manos porque no doy crédito a que sean tantos los años sin ti.
Hoy no quiero hacer un post triste en tu memoria. Porque cualquiera que te conoció sabía que lo que menos eras, era triste. 

Durante tu ultimo año de vida cambié mucho, cuidarte y ver cómo luchabas y no te querías ir, pero sin embargo te ibas, me hizo darme cuenta de lo importante que es valorar la vida, valorar tu familia y a los que te rodean. Me da mucha pena las personas que andan por la vida sin valorar nada, ni siquiera el pan que tienen en la mesa y les acompaña en la comida. Y eso, trasladado a escalas infinitas...
No valoran a la persona que les ama y daría su vida por ellos, es más no tienen ni idea de que el que tienen al lado moriría por él/ ella.

Los momentos no vuelven. Las personas no vuelven. Los olores desaparecen y las oportunidades también.
Y de eso va la vida, y muchos no tienen ni puñetera idea, dejan pasar oportunidades de ser feliz porque creen que volverán, y dejan pasar otra, y otra.... y la vida se te va, y no vuelve, y no vuelves.

Casi todos los días llevo puesto el pañuelo rosa que tanto te gustaba y me diste para que me lo pusiera y disfrutara yo, en alguna ocasión he estado a punto de perderlo y poco más y llamo a la policia para denunciar su desaparición... pero por suerte siempre ha aparecido! (Porqué será...???). 

Me hiciste ser fuerte, feliz y tu paso por nuestras vidas es obviamente insustituible, a mi niña se lo hago saber y ella dice q eres la abuela del cielo, y te tira besos, ¡cosa rara! Porque no es de dar muchos besos! Por algo será...

Disfrutarías mucho con ella, y más ahora que volvimos a casa, pero ahí está con el abuelo, al que adora y le consiente un poquillo, no tanto como tú harías segurooooo.

Echo de menos tus ojos, tus manos, tu forma de cruzar los brazos mientras veías la tele, tu mirada, tu forma de hacer las cosas, tu tono de voz, tu risa, tu sonrisa, te echo mucho de menos pero no quiero estar triste porque no te gustaba verme llorar, y ese último año siempre lo hice a escondidas, porque no era justo que me vieras mal, estando pasando tú por lo que estabas pasando.

Ahora también lloro a escondidas, o me voy ya sabes dónde a llorarte, a recordarte.

Intento ser feliz, busco mi camino, y me acompaño de personas que quieren estar conmigo y me lo demuestran, al resto les dejo la puerta abierta y les digo que la cierren al salir, para no coger frío... no estoy para tonterías, no quiero sufrir por sufrir.
El que no quiera estar a mi lado, que no me maree, no crees?

Cuídate y cuídanos allá donde estés. Fuiste un ángel en vida y ahora lo eres desde el cielo.

El tiempo pasa, los recuerdos, no.
Y tú siempre serás nuestro mejor recuerdo. Nosotros somos tu legado, tú eres nuestra vida.

-La vida misma vista por Lucía-.

No hay comentarios:

Publicar un comentario