ESAS QUERIDAS RABIETAS

RABIETAS: "Son comportamientos o arrebatos emocionales perturbadores o desagradables que se presentan con frecuencia en respuesta a deseos o necesidades insatisfechas. Las rabietas tienen mayor probabilidad de presentarse en niños pequeños o en alguien que no pueda expresar sus necesidades o controlar sus emociones cuando está frustrado".

                                              

La semana pasada hablé en el post de algunos ejemplos de momentos que vivimos con nuestros hijos, unos mas llevaderos y que nos resultan graciosos, y otros, menos. Uno de ellos eran las famosas rabietas, pero no me metí mucho en el tema, lo traté por encima.

Hoy quiero profundizar algo más en el tema, y como siempre lo hago, desde mi punto de vista y según mi experiencia, y basándome en lo que he leído a cerca del mismo.

Alrededor de los 2 años, en unos niños antes en otros después, comienzan a aparecer las rabietas. A esta edad muchos lo denominan "los terribles dos años"… (lo que me espera…).

Las rabietas como ya decía la semana pasada, pueden aparecer en el lugar y momento menos indicado, siendo afortunadas cuando aparecen en casa, porque no tendremos público alrededor y podremos controlar la situación ya que estamos en nuestro terreno, "jugamos en casa".

En un segundo la situación cambia, y de pronto y casi sin avisar tu hijo empieza a patalear, a tirarse por el suelo, llorando como si no hubiera un mañana, etc etc etc… y seguro que es por una tontería!! Peo tu hijo ha decidido que comienza el momento rabieta.

¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS?

Lo que recomiendan en estos casos es siempre lo mismo:

NO HACERLE CASO, HACER COMO QUE NO ESTÁ OCURRIENDO.

                                      

¿Porqué? Porque nuestra atención es un premio para ellos en estas situaciones, lo que pretenden es que estemos encima de ellos, y que les demos aquello por lo que lloran, nos están chantajeando, claramente:

"Si me prestas atención, y me das lo que quiero, me callo", pensarán ellos…

Nuestra actitud debe ser firme, no flaquear, no ceder siempre que no estén en peligro.

Porque los niños son muy listos y si cedemos una vez, saben que lo volverás a hacer, y lo utilizarán de nuevo (pequeños sabiondos…)

¿Pero qué hacer cuando estamos en un restaurante o similar?

Si estamos en casa, es más fácil, puesto que podemos irnos a otra habitación ya que los peligros están controlados, ya se cansará de llorar y acudirá a ti.

Pero en la calle es diferente.

Si estás comiendo con la familia en la calle y ves que va a entrar en modo rabieta, podemos hacer lo siguiente:

PREVENIR: Esto habría que hacerlo cuando fuera necesario, evitar cosas que sabes que le provocarán un enfado.

Ejemplo: Ayer entré a una tienda, y Julia quería bajarse del carro, pero sé que luego me va a costar una rabieta cuando quiera volver a sentarla, porque la conozco, entonces prefiero que se quede sentada. Bien pues ahí he prevenido una rabieta en público.

Otras veces la rabieta está en modo ON, con público, con gente que nos mira deseando de decirnos qué harían ellos en esos momentos, y nos observan como diciendo "que latazo de niños",  bien pues a éstos últimos recordarles que ellos también fueron niños, y que si aún no son padres, algún día lo serán, y tendrán que lidiar con ellos!

Hay veces que en la calle lo mejor es cogerlo de un "puñado" y sacarlo de donde estemos para no molestar demasiado, y ya fuera intentar controlar la situación (eso es lo que dicen los expertos…)

Y cuando estén calmados explicarles porqué no deben hacer esto o aquello, porque en el momento de la frustración es imposible explicarles nada porque no atienden a razones.

Eso es lo que yo hago cuando Julia se enfada mucho.

La rabieta no es más que una forma de mostrar su frustración, más cuando aún no saben hablar ni expresar con palabras aquello que les pasa, solo saben hacerlo con llantos, gritos y pataletas.

En definitiva, los expertos recomiendan ante un espectáculo de nuestros hijos:

1. PREVENIR/ DESPISTAR

2. IGNORAR

3. PASAR PÁGINA

Ya cada cual, que vaya aprendiendo y haciendo lo que más le convenga. Mira que yo prefiero que no se frustre en la calle porque sé lo que viene después pero siempre pienso "no puede ser lo que ella siempre quiera", hay que ponerle límites, para que sepan que no pueden hacer lo que les de la gana y cuando ellos quieran.

Normalmente después de un show de los suyos, están mas suaves que un guante, y es ahí cuando hay que hablarles y recordarles que esa es la actitud que quieres ver en ellos, y es ese momento cuando aprovecho para apretarle los mofletes esos rellenos que tiene mi hija, y esa boca por la que me deshago cada vez que me dice mamá… Ainssss si es que son tan bonicos… 

Dicen que todo pasa, ¿no? aunque luego vendrán otras cosas, otras preocupaciones propias de la edad, sea como fuere intento disfrutarla y comérmela a besos, abrazos y achuchones, aprendiendo cada día de situaciones que me hace vivir o pasar como son las hermosas rabietas (modo irónico!)