sábado, 26 de julio de 2014

¡Mamá, a trabajar!

Los primeros meses desde que nace tu bebé, los pasas casi las 24 horas con él, al no estar trabajando, pero cuando se termina la baja maternal hay dos situaciones posibles:

  1. Te tienes que incorporar a tu puesto de trabajo con lo que el bebé debe entrar a la guardería, o alguien se hará cargo de él como pueden ser abuelos o canguros.
  2. No tienes que incorporarte a nada puesto que no estabas trabajando y puedes seguir con el cuidado de tu bebé en exclusividad.

Cada caso tiene sus ventajas e inconvenientes.

En el caso de estar trabajando, para la mayoría de las madres es muy duro separarse de sus pequeños, que tras cuatro intensos meses en exclusividad para ellos, se ven obligadas a separarse de ellos. En muchas ocasiones algunas se ven forzadas a la retirada de la leche materna puesto que el horario de trabajo es incompatible con los horarios de las tomas de su bebé, y se ven obligadas a introducir el biberón muy a su pesar. Esto realmente es una pena si se quiere seguir dando el pecho en exclusividad.
Tal y como están las cosas hoy en día hay que dar las gracias por tener la suerte de estar trabajando, pero si que es verdad que esta separación tan temprana se hace difícil..

Si no estás trabajando, esta exclusividad se alargará mas tiempo si se desea, y el cuidado y disfrute de tu bebé será mayor. En mi caso, al no tener trabajo durante el periodo anterior al parto, he cuidado de Julia durante sus primeros diez meses. Es cierto que es una suerte poder trabajar, pero es una suerte también poder dedicarte al cuidado de tus hijos. La atención que le da una madre no se la da una guardería ni una cuidadora por muy buena que sea, que lo son, pero siempre los veremos tan pequeñitos para dejarlos ahí…
Si hubiera estado trabajando a lo mejor ya me hubiera hecho el cuerpo desde el principio y sabría que no me quedaría otro remedio que meterla en la guardería.

Si bien es cierto que para mi ha sido una suerte y un placer dedicarme en exclusividad a ella tantos meses, llega un momento, por lo menos para mi en el que deseaba ponerme a trabajar. La rutina con los niños se hace pesada, acabas hablando siempre de lo mismo, con las mismas personas y siempre hay un monotema: TUS HIJOS.
En mi caso deseaba trabajar fuera de casa ya que Julia estaba mas grandecilla, y ya no dependía tanto de mi, para poder demostrarme a mi misma y al mundo que valía para algo mas que para cuidarla a ella y dedicarme a la casa. La vida social sigue existiendo mas allá de tu hijo/a y cuando no trabajas fuera de casa a veces se te olvida que hay mas vida a parte de los pañales, potitos, biberones, etc… Es un trabajo 24 horas al día, los siete días de la semana, no hay días festivos ni domingos libres, y todo se centra en tu pequeño/a.
Te sirve para despejarte, hablar de otras cosas, ver a mas gente, durante unas horas no mancharte de babas, bocanadas o similar…, y sobre todo para que tu bebé se relacione con otras personas diferentes a su mamá, y el mundo sigue… 

Cuando Julia tenia 10 meses me contrataron en un trabajo por dos meses. El primer día de trabajo la llevé a la guardería, 7 horas nada mas y nada menos. Pero creo que lo pasé yo peor que ella. Claro que lloró, nunca había estado tantas horas separada de mi, pero se fue acostumbrando (yo también…), y te das cuenta que no pasa nada por estar unas horas separadas… hay vida ahí fuera! tus compañeros de trabajo no tienen hijos, y no hablan de niños! no hablan de biberones! jaja! y cuando sales del trabajo sales disparada yéndote la vida en ello para recoger a tu hija de la guardería, y al ver que le cambia la carita cuando te ve, se te cae el mundo encima y no querrás separarte de ella… hasta el día siguiente que trabajas y durante unas horas no hablaras de niños!

Estas sensaciones pasan supongo con el primer hijo, con los siguientes la angustia por separación será menor y te costará menos trabajo irte a trabajar.

He querido contaros mi experiencia por si alguna mamá se siente identificada conmigo, o por el contrario piensa diferente a mi. 

¿Te costó trabajo la incorporación a tu puesto tras la baja maternal? ¿Pudiste cuidar de tu bebé muchos meses? ¿se te hizo pesado o lo disfutaste? 

Sea como fuere, el trabajo de una madre desde mi punto de vista es el mejor trabajo del mundo y aunque no esté remunerado económicamente, pero está recompensado con el amor que te da tu hijo.


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