viernes, 10 de octubre de 2014

La cara no tan buena de la maternidad…

Hace unos días hablaba con una mamá que me decía que para ella la maternidad le había supuesto un cambio tan grandísimo en su vida que aún hoy le costaba asumir.
Y por ahi voy a enfocar el post de hoy, porque siempre hablo de lo bueno y gratificante que es la maternidad, que lo es, pero hay veces en que nos vemos superadas, desbordadas, agobiadas…

Todo depende de las circunstancias de cada una, del embarazo que hayas llevado, de si fué buscado o vino de imprevisto, de la experiencia con el parto y primeros meses del bebé, de la ayuda con la que puedas contar, etc...

Yo siempre hablo de que la maternidad es la experiencia mas maravillosa que a una mujer le puede pasar en su vida. En mi caso tanto el embarazo como el parto fueron perfectos, pero no siempre todo es tan bonito… Pero sobre todo, no para todas es igual.

Los primeros meses son muy duros. Para mi concretamente el primer mes fue el peor, Julia se tiraba el día pegada al pecho comiendo y no me dejaba ni respirar. Era tal la falta de descanso y estrés que yo tenía que justo cuando ella cumplió un mes a mi me dio una parálisis facial, y presumiblemente fue por esas causas. Fué leve y me recuperé pronto, pero el susto me lo llevé… Todo aquello pasó y conforme pasaron los meses todo se fue regulando, los horarios de comida y sueño tanto para ella como para mi.

Aun así hay días o momentos en que nos vemos desbordadas, y deseas tener un ratito de tranquilidad SÓLO PARA TI, aunque sea para llorar y desahogarte en el baño o mientras te duchas, como leía el otro día en un blog. Hay días que cuando llega la noche estas tan agotada física y mentalmente que no puedes no con tu alma... Cuando se ponen malos, vomitan, tienen fiebre… y todo ello es una preocupación, principalmente para la madre más que para el padre. Pero al día siguiente te tienes que levantar sí o sí, porque hay un bebé que depende de tí.



Durante el embarazo, no todas lo sienten igual. Para mi era increíble pensar que llevaba una personita dentro y flipaba cada vez que me daba una patada o notaba cómo me iba creciendo la barrigota, y así se lo hacia saber a los que tuviera al lado. 
Pero no para todas es igual... Hay muchas que están deseando que pase el embarazo, bien porque no les hace tanta ilusión, o bien, porque no han tenido un buen embarazo y han tenido problemas de salud o se han tirado vomitando todo el embarazo. Es imposible disfrutarlo con todas esas circunstancias. Otras dicen que ojalá no tuvieran que pasar por esos nueve meses y le dieran al bebé ya en los brazos. Eso influye muchísimo.

Lo mismo ocurre en el parto, como va a ser lo mismo tener al bebé en 3 horas como fue mi caso, que tirarte 24 o 48 horas en el hospital y que durante el mismo haya complicaciones tanto para la madre como para el hijo.
Normal que luego no tengan ganas ni de coger a su bebé porque están agotadas del parto ni les apetezca darles el pecho. Y no por eso hay que juzgarlas. (La depresión postparto existe..., y hay veces que se manifiesta pasado el tiempo, aunque no sea mi caso).

Pienso que también influye mucho la ayuda que tengas desde el momento que llegas a casa. Hace tiempo me dijo una mamá que ella a su primer hijo no lo disfrutó (porque no quiso, añado yo) porque siempre estaba su madre que era la que lo bañaba, lo cambiaba y que ella lo único que hacia era darle el pecho... Son maneras de enfrentarse a la maternidad.

Cierto es que es muy estresante cuando te encuentras sola desde el primer momento en casa, porque tu pareja al día siguiente se tiene que ir a trabajar, pero así aprendes todo antes (la necesidad es lo que tiene...).

Por supuesto que tampoco es lo mismo afrontar el primer embarazo o bebé que el segundo. La experiencia va por delante siempre tanto para lo bueno como para lo malo.

En la maternidad como en todos los aspectos de la vida influyen la experiencia que hayas tenido y tu decisión a la hora de enfrentarte a ello. Yo siempre digo lo mismo "que de todo se aprende" y los fallos que comentemos como madres, que los cometemos todas, los solventamos y nos sirven para futuras experiencias.

Con todo y con eso, yo sigo pensando que ser madre es algo increíble y que tenemos suerte de ser nosotras las que pasamos por esto.

El debate está abierto... Seguro que no todas pensáis igual!

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