jueves, 27 de marzo de 2014

Mirando al cielo

Esta semana quiero dedicarle el post a la persona que me dió la vida y que tristemente se cumplen cinco años desde que se nos fue.


No hay día ni noche que no me acuerde de ti, de tu sonrisa, de tu paciencia, de tus manos, de tus ojos... De ti. De tu forma de tratar a las personas, del cariño y amor que nos tenías y ofrecías desinteresadamente, del ejemplo diario que nos dabas, de las lecciones de vida, de tu saber estar, y de tu lucha diaria por vivir ese último año.

La vida quiso que estuvieras con nosotros 25 años más, nadie luchó como tu para estar ahí, sacaste fuerzas y vida de donde no había, y eso no lo hace cualquiera. Sólo lo hacen las personas que quieren vivir, personas que luchan y aman esta vida, personas con alma, como tú.

Pudiste vivir muchos momentos, los disfrutaste, pero aún te quedaba mucha vida, muchas cosas por vivir, muchas personas y nietos por conocer. Esos a los que tanto te hubiera gustado cuidar (ahora los cuida papá).

Ese último año fue duro, muy duro, cualquiera que haya pasado por eso sabe de lo que hablo, era un final que todos sabíamos que iba a pasar, pero no por eso es menos duro. No era inesperado.

Una persona le dijo a papá que la vida tiene un principio y un final, y que la muerte es parte de esta vida, y es verdad, cuesta aceptarlo pero con el tiempo se intenta aceptar, que no comprender. Esa parte de la vida llega a veces demasiado pronto, y deja un hueco muy importante en la vida de los que aquí nos quedamos, deja una cicatriz que nunca se borrará. Pero tenemos que aprender a aceptarlo, el tiempo es un fiel compañero que ayuda a seguir hacia delante y que nos regala años de vida, vidas en las que tu sigues muy presente, aunque no te podamos tocar, tu estás con nosotros, nos sigues dando amor, y tu ternura la sentimos y se la trasmitimos a nuestros hijos.

Aprendimos tanto de ti.. Y todo eso que nos enseñaste como buena madre, se lo intentamos trasmitir a nuestros retoños, nunca lo haremos tan bien como tu, eras única, en todo y para todos, regalabas sonrisas, humor, amor, sabiduría, saber estar, cariño, lo reunías todo y ofrecias y regalabas amor sobre todas las cosas.

En cada cosa que hago estás presente, en cada decisión que tomo estás presente, en lo que se refiere a mi hija, estás presente y de alguna manera u otra te siento conmigo, y eso es lo que me da fuerzas cada día para mirar al cielo y saber que estas ahí, aquí.

Gracias por habernos regalado tu vida.

Siempre en nuestros corazones.

Quiere, siente, sueña, ama, abraza, ríe, perdona, porque algún día lo echarás de menos.

Feliz día!

2 comentarios:

  1. luci simplemente sin palabras, puedes estar muy orgullosa de ella. un besazo

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